El mortero mecánico es un molino universal que se puede emplear para numerosos materiales: semiduros, blandos, quebradizos, fibrosos, sensibles a la temperatura y húmedos. Mediante presión y abrasión, la mano del mortero tritura delicadamente el material a moler en la pared y la base del vaso del mortero.
La molienda se puede efectuar en seco o en suspensión. El mortero mecánico también es ideal para mezclar y homogeneizar muestras orgánicas e inorgánicas. Para evitar un desgaste no deseado, los juegos de molienda se presentan en siete materiales distintos.