Para comprender la difracción, el haz de luz debe verse como una fuente de honda ancha.
Cuando este frente de onda se encuentra con una partícula, en sus bordes se forman nuevas ondas que salen en distintas direcciones. La superposición de estas numerosas ondas nuevas (interferencia) genera, detrás de la partícula, un patrón de difracción característico que viene dado de forma unívoca por el diámetro de la partícula. La teoría de Fraunhofer describe su desarrollo exacto.